El brazo diplomático de la UE propone intervenir más activamente en conflictos que afectan al continente, con la posibilidad de enviar armamento a países terceros.

El tratado europeo prohíbe expresamente destinar dinero de la UE a proyectos “que tengan implicaciones militares o de defensa”.

La Comisión Europea ya ha logrado sortear esa barrera con la creación del fondo de Defensa. Para entregar material defensivo a fuerzas de otros países, Bruselas ha optado por un mecanismo basado en aportaciones nacionales, denominado Instrumento Europeo de Paz. Los Estados contribuirán en función de su economía. Consciente de que esa ambición de ganar peso militar en el exterior inquieta a algunos Estados miembros, Bruselas ha preferido no especificar en la propuesta qué tipo de material se puede suministrar. De ser aprobado por los Estados, ese salto adelante situará a la UE en las mismas condiciones de asistencia exterior que la OTAN, que carece de trabas en cuanto al tipo de material transferible.

El 17 de febrero de 2008, el Parlamento de Kosovo declaró unilateralmente la independencia de esta pequeña provincia balcánica. Esta decisión del Parlamento kosovar, de dudosa legalidad internacional, impulsada por un escueto pero influyente grupo de países occidentales que han considerado la independencia como la menos mala de las soluciones políticas a la cuestión de Kosovo, no haga mas que abrir la puerta a una nueva serie de problemas en la región europea más castigada por la historia.

De lo que no cabe duda es que la gestión de este error será responsabilidad de la UE. Una Europa que apenas sabe disimular su división interna ante esta decisión, a pesar de la magra declaración que aprobaron con dificultad los ministros de Asuntos Exteriores tan sólo 24 horas después del anuncio del Parlamento de Kosovo. La UE tenía pocas alternativas ante una decisión en la que apenas ha podido participar. Los principales líderes europeos no pueden menos que expresar una resignada satisfacción por haber mantenido la unidad en uno de los desafíos más complejos a la incipiente Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), a los pocos meses de la firma del Tratado de Lisboa. De ese modo, se preparará a asumir la responsabilidad que ha aceptado respecto a la nueva entidad estatal, su seguridad y su viabilidad.

La misión de entrenamiento de la UE en Malí (EUTM Malí) estará operativa al menos hasta el 18 de mayo de 2020.

Esta fuerza fue puesta en marcha para combatir el yihadismo y el tráfico de personas y de drogas en la región. Con esta decisión la UE pretende afianzar los esfuerzos llevados para "regionalizar el trabajo" de civiles y militares en las misiones en la zona. El objetivo es apoyar la cooperación en seguridad  regional.  La EUTM Malí forma parte del plan integral de la UE para la seguridad y el desarrollo del Sahel. Hay otras dos misiones europeas en la región, la EUCAP Sahel Malí, para apoyar la implementación de una paz duradera y recuperar el orden constitucional, y la EUCAP Sahel Níger, para apoyar la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo en el país vecino.